Elementos esenciales en el altar de muertos

El altar de muertos es una tradición profundamente arraigada en la cultura mexicana, una hermosa manifestación de cariño y recuerdo hacia aquellos seres queridos que han partido al más allá. Es un rincón especial que se crea en las casas durante el Día de Muertos, lleno de color, aroma y simbolismo. Descubre cómo se elabora un altar de muertos :

Porqué se hace un altar de muertos

Las familias mexicanas ponen un altar de muertos no solo como un acto de remembranza y cariño hacia aquellos que ya no están en el plano terrenal, sino también como una manifestación de la concepción mexicana de la muerte, que ve a la partida no como un final absoluto, sino como una transición en un ciclo continuo de existencia.

A través del altar, las familias crean un espacio sagrado lleno de colores, aromas y objetos significativos que sirven como puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos, facilitando que, durante el Día de Muertos, las almas regresen brevemente a disfrutar de las ofrendas y sentir el amor de sus seres queridos.

En la tradición del Día de Muertos en México, se sostiene la creencia de que las almas de los difuntos durante esta visita efímera, las almas se nutren de la esencia y el aroma de los alimentos que más disfrutaban en vida, los cuales son colocados en el altar como ofrenda. Aunque no consumen la comida en un sentido físico, se dice que absorben la esencia espiritual de estos manjares, permitiéndoles revivir sensaciones y recuerdos ligados a esos alimentos y bebidas.

Elementos de un Altar de muertos:

1. Estructura de niveles:

Tradicionalmente, los altares pueden tener dos, tres o siete niveles. Cada nivel representa una etapa diferente en el viaje al más allá o aspectos de la vida y la muerte. Por ejemplo, un altar de tres niveles podría simbolizar el cielo, la tierra y el inframundo.

2. Imágenes y fotos:

Se colocan fotografías de los seres queridos fallecidos en el altar, recordando su presencia y evocando su memoria.

3. Velas y luces:

Las velas iluminan el camino para las almas que regresan. Cada llama representa una vida y guía a las almas hacia las ofrendas.

4. Flores:

La flor de cempasúchil es la más característica. Sus pétalos naranjas se esparcen en el altar y alrededores, trazando un camino para las almas.

5. Comida y bebida (Tequila):

Se coloca la comida y la bebida que disfrutaban los difuntos en vida. El tequila, especialmente si el ser querido era aficionado a esta bebida, se coloca en una copa, vaso tequilero o jarrito. Las botellas de tequila, como las de Casa Sauza u otras marcas icónicas, no solo añaden un toque tradicional, sino que también evocan momentos compartidos y celebraciones pasadas. Debido a que es una tradición mexicana y la bebida emblemática de México es el tequila, este no puede faltar en el altar.

6. Objetos personales:

Se pueden añadir objetos que pertenecieron al difunto o que le tenían un significado especial, como instrumentos musicales, joyas o libros.

7. Pan de muerto:

Este pan dulce, espolvoreado con azúcar y decorado con formas que evocan huesos, es esencial en cualquier altar.

8. Aromas:

A menudo se utilizan inciensos, especialmente el copal, para purificar el espacio y guiar a las almas con su aroma característico.

Crear un altar de muertos es una experiencia profundamente personal y espiritual. Incorporar el tequila no solo enriquece la tradición, sino que también celebra la vida y los momentos compartidos con aquellos que ya no están físicamente presentes.