El otoño en México está lleno de matices. El aire se vuelve fresco, los colores se transforman y los aromas del campo se mezclan con la nostalgia de las ofrendas. Es la temporada de los reencuentros, del pan de muerto, de las flores de cempasúchil y del tequila, ese compañero que nos une para brindar por la vida y la memoria.
Ingredientes:
2 oz de Hornitos Black Barrel
1 oz de jugo fresco de naranja
Top de ginger beer
Preparación:
Llena un vaso highball con hielo. Agrega el tequila Hornitos Black Barrel y el jugo de naranja, mezcla suavemente y completa con ginger beer. Decora con una rodaja de naranja y algunos pétalos de cempasúchil comestibles.
El resultado es un coctel vibrante, de tono dorado, que combina la frescura cítrica con el toque especiado del jengibre y la profundidad del tequila reposado en barricas de roble blanco americano con un tostado especial. Una experiencia sensorial que evoca la calidez de una noche otoñal iluminada por velas.
El maridaje ideal para Noche de Cempasúchil son unos tacos de calabaza con queso fundido. La suavidad del queso y la textura dulce de la calabaza realzan las notas especiadas y ligeramente ahumadas del coctel.
Además, este platillo es fácil de preparar y perfecto para disfrutar en cualquier parte del mundo, manteniendo el toque mexicano que caracteriza a nuestras tradiciones.
Noche de Cempasúchil no es solo una bebida: es una invitación a celebrar la vida a través del recuerdo. Cada sorbo rinde tributo a quienes forman parte de nuestra historia y nos acompañan desde el corazón.
Su nombre evoca la flor que guía a las almas en su camino y su sabor representa la unión entre la tierra y el espíritu, entre el pasado y el presente.
Este Día de Muertos, coloca una copa de Noche de Cempasúchil en tu altar, enciende una vela y brinda con Hornitos Black Barrel.
Porque en México, recordar también es celebrar.
Hornitos Black Barrel es un tequila que redefine lo clásico. Su añejamiento en barricas de roble blanco americano le otorga un perfil único, con cuerpo, suavidad y un toque ahumado inconfundible.
Es el compañero perfecto para el otoño, una estación que nos enseña que el cambio puede ser hermoso y que cada momento, como cada sorbo, debe disfrutarse plenamente.
Brinda con Hornitos.
Brinda por quienes te inspiran.
Brinda por la vida.