Detrás de una planta de Agave Tequilana hay más que una materia prima para hacer tequila, su fisiología y el entorno natural en el que crece, la hace distinta a un cactus, a un frutal, a una hortaliza, a una gramínea. Simplemente es una planta que ha evolucionado gracias al cuidado de su gente y que a la vez, mantiene su pureza, convirtiéndose en esa planta única y admirable con la que Sauza ha encontrado la forma de hacer una Bebida Espirituosa digna de los paladares más exigentes, su Tequila.
- Un entorno de producción con respeto al medio ambiente donde los agroquímicos utilizados son sólo los que han sido rigurosamente sometidos al cumplimiento de la seguridad a las personas, al ambiente y a la planta de Agave.
- Un sistema de producción con calidad con el que los campos en los que se produce el agave terminan enriquecidos y no empobrecidos, logrando así mantener el patrimonio que la naturaleza nos ha heredado por siglos a la humanidad: su suelo.
- Un largo camino a través de años que nos ha hecho entender el comportamiento único que las plantas de agave tienen para poder completar sus requerimientos en sincronía con su entorno agroecológico. A lo largo del ciclo del agave (5-7 años), todos somos parte de un mismo sistema natural: hombre, agave, maleza, insectos, organismos y ambiente. De ahí la meta de construir y sostener un ambiente amigable para el agave, donde toda la naturaleza es inclusiva: todos formamos y participamos dentro de este proceso.
- Un espacio donde hasta la última tecnología -plantas micropropagadas, drones, tractores autodirigidos y máquinas plantadoras- toman parte para ayudar en las tareas diarias y lograr manejos de producción eficientes que logren el mejor desarrollo de nuestros campos y de nuestras gentes.
Es por ello que nuestros Tequilas están impregnados de toda esa riqueza que la misma tierra donde se produce el Agave le da a su aroma, del esfuerzo de la gente en el cuidado del entorno en donde crece. Gente que entrega día a día su ingenio para agradar los paladares de quienes lo consumen, quedando plasmado en cada sorbo, el componente humano e innovador de quienes lo producen, desde su plantación, hasta el proceso que pasa para llegar a ser tequila y finalmente así, llegar a la mesa de quienes conviven al calor humano de la unidad y la amistad.
Por ello, cuando des un sorbo a esta Gran Bebida Espirituosa, paladea y piensa en toda esa historia que dio lugar a lo que hoy disfrutas en momentos especiales con tu familia y tus amistades.
Si quieres conocer más sobre nuestros procesos de producción de tequila, te invitamos a que vengas a Casa Sauza y conozcas más sobre nosotros.