El manejo, transporte y almacenamiento de tequila conlleva una serie de peligros directos que son:
De acuerdo a la NOM-005-STPS-1998, CONDICIONES DE SEGURIDAD E HIGIENE EN LOS CENTROS DE TRABAJO PARA EL MANEJO, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS PELIGROSAS; las sustancias inflamables son aquellas en estado sólido, líquido o gaseoso con un punto de inflamación menor o igual a 37.8°C, que prenden fácilmente y se queman rápidamente, generalmente de forma violenta.
En el caso del tequila, el alcohol (Etanol) es uno de sus componentes principales, comúnmente manejado en concentraciones de 55 %. Dicho alcohol tiene un punto de inflamación de 17.7°C.
De acuerdo a la clasificación del rombo NFPA le corresponde en inflamabilidad un grado de riesgo 3, lo cual lo coloca como una sustancia muy peligrosa.
Por otro lado, los niveles de explosividad se dan entre 3.3% y 19% de concentración de vapores de alcohol en la atmósfera, que son condiciones que potencialmente están presentes cuando se está manipulando el tequila.
Por ejemplo durante el trasvase de un tanque a otro, en áreas de reposo debido a la transpiración normal de la madera de la cual están hechas barricas y pipones, o cuando se presenta una emergencia por derrame de la sustancia.
El incendio o explosión se genera cuando hay un chispazo que puede provenir del impulsor propio de la bomba que este friccionando en alguna parte de la misma.
El uso de herramientas inadecuadas o en mal estado, las cuales pudieran ser o no eléctricas.
El uso de instalaciones eléctricas que no sean a prueba de explosión o incluso el uso de ropa o calzado no adecuado que pudiera generar acumulación de energía estática o calor por fricción.
Dicho chispazo al alcanzar los vapores de alcohol puede provocar la ignición de los mismos con la consecuente explosión y/o incendio.
La inhalación de los vapores de alcohol a altas concentraciones que de acuerdo a la NOM-010-STPS-2014, AGENTES QUÍMICOS CONTAMINANTES DEL AMBIENTE LABORAL-RECONOCIMIENTO, EVALUACIÓN Y CONTROL, para el etanol el límite de exposición permitido en corto tiempo o pico es de 1000 ppm.
Cómo consecuencia cuando se rebasa este límite existe el riesgo de una intoxicación, la cual puede presentar síntomas como dolor de cabeza, náuseas, afectaciones directas al sistema nervioso y sistema respiratorio.
En el manejo del tequila existen otros peligros indirectos que dependen de actividades asociadas a las anteriormente señaladas, como son:
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